jueves, 1 de marzo de 2007

Sobre "El Camino del Guerrero" Parte I

Una vez que decidiste venir a México debiste haber dejado todos tus pinches miedos dijo con mucha severidad . Tu decisión de venir debió haberlos vencido. Viniste porque querías venir. Ese es el modo del guerrero. Te lo he dicho mil veces: el modo más efectivo de vivir es como guerrero. Preocúpate y piensa antes de hacer cualquier decisión, pero una vez que la hagas echa a andar libre de preocupaciones y de pensamientos; todavía habrá un millón de decisiones que te esperen. Ese es el modo del guerrero.
Creo hacer eso, don Juan, al menos parte del tiempo. Pero es muy difícil estar recordándomelo siempre.
Un guerrero piensa en su muerte cuando las cosas pierden claridad.
Eso es todavía más difícil, don Juan. Para la mayoría de la gente, la muerte es muy vaga y remota. Jamás pensamos en ella.
¿Por qué no?
¿Por qué hacerlo?
Muy sencillo dijo-. Porque la idea de la muerte es lo único que templa nuestro espíritu.

Libro: "Una Realidad Aparte" de Carlos Castañeda.

A nosotros, como individuos, nos toca oponernos a las fuerzas de nuestras vidas. Esto te lo he dicho mil veces: sólo un guerrero puede sobrevivir. Un guerrero sabe que espera y sabe lo que espera, y mientras espera no quiere nada y así cualquier cosita que recibe es más de lo que puede tomar. Si necesita comer halla el modo, porque no tiene hambre; si algo lastima su cuerpo halla el modo de pararlo, porque no siente dolor. Tener hambre o sentir dolor significa que uno se ha entregado y que ya no se es guerrero; las fuerzas de su hambre y su dolor lo destruirán.

Libro: "Una Realidad Aparte" de Carlos Castañeda.

"Mi benefactor decía que un guerrero sabe que espera y sabe lo que espera. En tu caso, tú sabes que esperas. Llevas años aquí conmigo, pero no sabes qué estás esperando. Es muy difícil, si no imposible, que el hombre común y corriente sepa lo que está esperando. Pero un guerrero no tiene problemas; sabe que está esperando a su voluntad."
¿Qué es exactamente la voluntad? ¿Es determinación, como la determinación de su nieto Lucio de tener una motocicleta?
No dijo don Juan suavemente, y soltó una risita . Eso no es voluntad. Lucio nada más se entrega. La voluntad es otra cosa, algo muy claro y poderoso que dirige nuestros actos. La voluntad es algo que un hombre usa, por ejemplo, para ganar una batalla que, según todos los cálculos, debería perder.

Libro: "Una Realidad Aparte" de Carlos Castañeda.

"Mi benefactor decía que, cuando un hombre se embarca en los caminos de la brujería, poco a poco se va dando cuenta de que la vida ordinaria ha quedado atrás para siempre; de que el conocimiento es en verdad algo que da miedo; de que los medios del mundo ordinario ya no le sirven de sostén; y de que si desea sobrevivir debe adoptar una nueva forma de vida. Lo primero que debe hacer, en ese punto, es querer llegar a ser un guerrero, un paso y una decisión muy importantes. La aterradora naturaleza del conocimiento no le permite a uno otra alternativa que la de llegar a ser un guerrero.
"Ya cuando el conocimiento se convierte en algo que da miedo, el hombre también se da cuenta de que la muerte es la compañera inseparable que se sienta a su lado en el petate. Cada trocito de conocimiento que se vuelve poder tiene a la muerte como fuerza central. La muerte da el último toque, y lo que la muerte toca se vuelve en verdad poder.
"Un hombre que sigue los caminos de la brujería se enfrenta en cada recodo con la aniquilación inminente, y sin poder evitarlo se vuelve terriblemente consciente de su muerte. Sin la conciencia de la muerte no sería más que un hombre común envuelto en actos comunes. Carecería de la potencia necesaria, de la concentración necesaria que transforman en poder mágico nuestro tiempo ordinario sobre la tierra.
"De ese modo, para ser un guerrero un hombre debe estar, antes que nada y con justa razón, terriblemente consciente de su propia muerte. Pero preocuparse por la muerte forzaría a cualquiera de nosotros a enfocar su propia persona, y eso es debilitante. De modo que lo otro que uno necesita para ser guerrero es el desapego. La idea de la muerte inminente, en vez de convertirse en obsesión, se convierte en indiferencia."

Don Juan dejó de hablar y me miró. Parecía esperar un comentario.
¿Entiendes? preguntó.
Yo entendía lo que había dicho, pero personalmente me resultaba imposible ver cómo podía alguien llegar a un sentido de desapego. Dije que, desde el punto de vista de mi propio aprendizaje, ya había experimentado el momento en que el conocimiento se convertía en algo atemorizante. También podía decir con toda veracidad que ya no encontraba apoyo en las premisas ordinarias de mi vida cotidiana. Y deseaba, o quizá más que desear, necesitaba, vivir como un guerrero.
Ahora debes despegarte dijo don Juan.
¿De qué?
Despégate de todo.
Eso es imposible. No quiero ser un ermitaño.
Ser ermitaño es una entrega y jamás me referí a eso. Un ermitaño no está despegado, pues se abandona voluntariamente a ser ermitaño.
"Sólo la idea de la muerte da al hombre el desapego suficiente para que sea incapaz de abandonarse a nada. Sólo la idea de la muerte da al hombre el desapego suficiente para que no pueda negarse nada. Pero un hombre de tal suerte no ansía, porque ha adquirido una lujuria callada por la vida y por todas las cosas de la vida. Sabe que su muerte lo anda cazando y que no le dará tiempo de adherirse a nada, así que prueba, sin ansias, todo de todo.
"Un hombre despegado, sabiendo que no tiene posibilidad de poner vallas a su muerte, sólo tiene una cosa que lo respalde: el poder de sus decisiones. Tiene que ser, por así decirlo, el amo de su elección. Debe comprender por completo que su preferencia es su responsabilidad, y una vez que hace su selección no queda tiempo para lamentos ni recriminaciones. Sus decisiones son definitivas, simplemente porque su muerte no le da tiempo de adherirse a nada.
"Y así, con la conciencia de su muerte, con desapego y con el poder de sus decisiones, un guerrero arma su vida en forma estratégica. El conocimiento de su muerte lo guía y le da desapego y lujuria callada; el poder de sus decisiones definitivas le permite escoger sin lamentar, y lo que escoge es siempre estratégicamente lo mejor; así cumple con gusto y con eficiencia lujuriosa, todo cuanto tiene que hacer.
"¡Cuando un hombre se porta de esa manera puede decirse con justicia que es un guerrero y que ha adquirido paciencia!"
Don Juan me preguntó si tenía algo que decir, y señalé que cumplir la tarea que había descrito llevaría toda una vida. Me contestó que yo protestaba demasiado en su presencia, y que él sabía que en mi vida cotidiana me portaba, o al menos trataba de portarme, en términos de guerrero.
Tienes garras bastante buenas dijo riendo . Enséñamelas de vez en cuando. Es buena práctica.
Hice un ademán prensil, gruñendo, y él rió. Después se aclaró la garganta y siguió hablando.
Cuando un guerrero ha adquirido paciencia, está en camino hacia la voluntad. Sabe cómo esperar. Su muerte se sienta junto a él en su petate, son amigos. Su muerte le aconseja, en formas misteriosas, cómo escoger, cómo vivir estratégicamente. ¡Y el guerrero espera! Yo diría que el guerrero aprende sin apuro porque sabe que está esperando su voluntad; y un día logra hacer algo que por lo común es imposible de ejecutar. A lo mejor ni siquiera advierte su acto extraordinario. Pero conforme sigue ejecutando actos imposibles, o siguen pasándole cosas imposibles, se da cuenta de que una especie de poder está surgiendo. Un poder que sale de su cuerpo conforme progresa en el camino del conocimiento. Al principio es como una comezón en la barriga, o un calor que no puede mitigarse; luego se convierte en un dolor, en un gran malestar. A veces el dolor y el malestar son tan grandes que el guerrero tiene convulsiones durante meses; mientras más duras sean, mejor para él. Un magnifico poder es siempre anunciado por grandes dolores.
"Cuando las convulsiones cesan, el guerrero advierte que tiene sensaciones extrañas con respecto a las cosas. Advierte que puede tocar cualquier cosa que quiera con una sensación que sale de su cuerpo por un sitio abajo o arriba de su ombligo. Esa sensación es la voluntad, y cuando el guerrero es capaz de agarrar con ella, puede decirse con justicia que es un brujo y que ha adquirido voluntad."


Libro: "Una Realidad Aparte" de Carlos Castañeda.

1 comentario:

Mr. S dijo...

Después de seguir durante casi 20 años el camino del guerrero, QUIZÁS hoy esta más claro todo... la muerte como consejera